viernes, 13 de julio de 2012

Cante Jondo


Buenos días, ¿no andan ustedes un poco obsesionados con que les huela la boca?, ¿no piensan cada dos por tres al hablar con otras personas, sobre todo si se trata usted de un space invader (esa gente que se lo cuenta absolutamente todo al oído mientras le agarran del hombro para que no se pierda ni un solo detalle del chascarrillo), “me cantará la poza cómo a éste buen señor”?.

Recuerdo perfectamente cuando estaba en el colegio que tenía un compañero que era inmensamente grande, alto, ancho y muy muy empollón. Este chico, del que omitiré el nombre, se sentaba en el pupitre de detrás y a cada rato yo me daba la vuelta para comentarle alguna estupidez. Pues bien el contestaba y abría esa bocaza enorme y me proyectaba un olor nauseabundo, el olor del resto de comida ya digerida, el olor de alguien que se alimenta de sus propias heces, puro olor a caca.

Años más tarde sufrí otro episodio similar, esta vez ocurrió cuando trabajaba en la oficina de turismo. Como sabrán el servicio turístico no puede negarse a ninguna persona sea cual sea su raza, religión, estatus social, etc… y aquel día me iba a arrepentir de haber aceptado ese precepto a pies juntillas. Se presentó una pareja en dicha oficina yo estaba de espaldas ordenando unos papeles en las estanterías cuando al darme la vuelta me encuentro con estos señores, señor y señora, ropas raídas de haber dormido en el suelo, pantalones negruzcos, uñas de luto, alpargatas ajadas, pelo grasiento, rostro curtido por el sol y la intemperie y bocas desdentadas. Como pude recompuse mi cara de susto y sonreí… ¿en qué les puedo ayudar?.

La señora, que parecía la portavoz, abrió ese agujero en su cara… Nadie en el mundo pensaría que una boca puede apestar a una mezcla de saliva putrefacta, papilas pútridas, marfil herrumbroso, campanilla podrida, esófago quemado, llagas purulentas, encías supurantes y ese toque ocre que aporta el perro mojado. Un asco total, dos yonquis en mi mostrador dejándome tamaño trauma nasal.

Quiero pedir disculpas a todo el que alguna vez se haya visto afectado por algún hálito pestilente por mi parte. Espero que hagan ustedes lo mismo.