viernes, 10 de agosto de 2012

Aquel negrito...


No me negarán que existen cosas muy frustrantes en esta vida que nos ha tocado vivir. Estornudar mientras orinas, ponerte a buscar un trébol de cuatro hojas en un conjunto de tréboles, no poder hacer Ondas Vitales, etc… Todo esto son minucias en comparación con una de las situaciones más frustrantes que existen y a la que diariamente nos enfrentamos en los siglos XX y XXI.

Amanecen como otro día cualquiera queriendo robarle algunos minutos más a su cómodo lecho pero llegado un punto deciden que hay que ponerse en marcha para ir a trabajar. Se sientan en el lateral de la cama, se desperezan, se manosean la cara y miran el despertador cerciorándose de que las manillas marcan la hora correcta, aunque las manillas, para su aún borrosa visión, están apuntando a la hora que su imaginación quiere proyectar.

Deciden incorporarse del todo resoplando por el esfuerzo y ponen rumbo al cuarto de baño, una micción mañanera es un trámite ineludible. Hay quien dice que ha conseguido desayunar antes de ir a mear, yo lo intenté una vez y me explotó el microondas, todas las cucharas del cajón estaban dobladas, me reventó el cartón de leche en la mano… es inexplicable. Por favor no intenten cambiar el ritmo natural de las cosas.

Resueltos todos los trámites previos al desayuno y situados ya frente al frigorífico, toman el cartón de leche y un tazón. Vierten la leche en la taza y echan mano del bote de Cola Cao, agarran la cuchara y la introducen por la boca del bote amarillo… pero algo no va bien… la frente empieza a sudar, sus ojos empiezan a desorbitarse, lo intentan una y otra vez, queda algo de Cola Cao en el fondo del bote pero no pueden alcanzarlo…. Sus nudillos han quedado atorados en el borde saliente (que podría ser cortante si diéramos vueltas al recipiente en ese momento) y la cuchara no alcanza los rincones del fondo…

Pues eso señores, y corríjanme si me equivoco, eso es una mierda gorda.

viernes, 13 de julio de 2012

Cante Jondo


Buenos días, ¿no andan ustedes un poco obsesionados con que les huela la boca?, ¿no piensan cada dos por tres al hablar con otras personas, sobre todo si se trata usted de un space invader (esa gente que se lo cuenta absolutamente todo al oído mientras le agarran del hombro para que no se pierda ni un solo detalle del chascarrillo), “me cantará la poza cómo a éste buen señor”?.

Recuerdo perfectamente cuando estaba en el colegio que tenía un compañero que era inmensamente grande, alto, ancho y muy muy empollón. Este chico, del que omitiré el nombre, se sentaba en el pupitre de detrás y a cada rato yo me daba la vuelta para comentarle alguna estupidez. Pues bien el contestaba y abría esa bocaza enorme y me proyectaba un olor nauseabundo, el olor del resto de comida ya digerida, el olor de alguien que se alimenta de sus propias heces, puro olor a caca.

Años más tarde sufrí otro episodio similar, esta vez ocurrió cuando trabajaba en la oficina de turismo. Como sabrán el servicio turístico no puede negarse a ninguna persona sea cual sea su raza, religión, estatus social, etc… y aquel día me iba a arrepentir de haber aceptado ese precepto a pies juntillas. Se presentó una pareja en dicha oficina yo estaba de espaldas ordenando unos papeles en las estanterías cuando al darme la vuelta me encuentro con estos señores, señor y señora, ropas raídas de haber dormido en el suelo, pantalones negruzcos, uñas de luto, alpargatas ajadas, pelo grasiento, rostro curtido por el sol y la intemperie y bocas desdentadas. Como pude recompuse mi cara de susto y sonreí… ¿en qué les puedo ayudar?.

La señora, que parecía la portavoz, abrió ese agujero en su cara… Nadie en el mundo pensaría que una boca puede apestar a una mezcla de saliva putrefacta, papilas pútridas, marfil herrumbroso, campanilla podrida, esófago quemado, llagas purulentas, encías supurantes y ese toque ocre que aporta el perro mojado. Un asco total, dos yonquis en mi mostrador dejándome tamaño trauma nasal.

Quiero pedir disculpas a todo el que alguna vez se haya visto afectado por algún hálito pestilente por mi parte. Espero que hagan ustedes lo mismo.

viernes, 8 de junio de 2012

A por ellos!!! OE!!!


Juan Luis, más conocido entre los amigos como “Coki”, no por su afición a las drogas de diseño sino porque tiene una protuberancia lineal en el centro de la cabeza que le va desde el hueso frontal de la misma hasta el occipital de la cual ninguno de sus amigos se habría dado cuenta si no fuera porque él insiste en raparse la cabellera. Su apodo se ha vuelto tan usual que hasta su madre lo llama “Coki”, cosa ya triste de por sí para un hijo que ve perdida toda su identidad como ciudadano y persona respetable.

Como decíamos “Coki” que ahora pasará a llamarse simplemente Coki, ha quedado esta tarde de sábado en casa de unos amigos para tomar unas cervezas y quién sabe si para acabar saliendo por la noche.

Coki llega al piso de su colega, sube por la escalera, y antes de llamar a la puerta escucha mucho jaleo en la vivienda… ¡¡¡parece que todos sus colegas están allí!!! ¡¡¡Esta noche sale, seguro!!!
Le abre la puerta su amigo Manuel “Peta”, no por su afición a las drogas blandas sino más bien porque tiene una moto reventada a la que bautizó con dicho nombre, una moto de esas con el escape rajado adrede para molestar a los vecinos. El “Peta” está solo en casa este fin de semana así que se ha reunido allí a lo más granado de la sociedad.
- Chavales, que el Coki está aquí - grita el Peta a los amigos que están en el salón sentados y riendo.
- Pues dile que no está invitado – Suena una voz desde el interior seguida de una carcajada grupal.
- Coki tio, no estás invitado – dice el Peta. Seguidamente le cierra la puerta en las narices.

Coki vuelve a llamar humillado, siempre es objeto de todas las bromas y las collejas, sobre todo del “Selu”, el muy gilipollas ni siquiera tiene un mote, tan solo una acotación de su nombre compuesto, ¡qué payaso!
Peta le vuelve a abrir la puerta y le deja pasar diciendo - ¡Qué es broma, atontado!

Coki se sienta en uno de los sofás, se toma unas cervezas y ve como los demás se ríen y disfrutan fumándose un porro. A lo que al elocuente “Selu” comenta:
-         - ¿Nos echamos un Pro?
Todos sonríen y vitorean la idea del Selu. ¡Hostia, una liguilla!, dice uno. Mientras que Coki se levanta sigilosamente y se dirige hacia la cocina, coge un cuchillo de hoja grande y vuelve al salón.
Mientras unos encienden la consola y otros se reparten los mandos, Coki aprovecha para rebanarle el cuello a Selu por la espalda.
-    - ¿Cuántas veces os tengo que decir que no me sé los controles?- grita Coki, mientras observa los rostros asustados de sus “amigos”.

viernes, 27 de abril de 2012

Que paciencia hay que tener...


Un pésimo estudiante… eso es lo que era, aunque con el tesón que él le puso conseguí terminar el colegio e incluso una carrera universitaria. Mi padre.

Lo teníais que haber visto (sufrido), preguntándome la lección cuando volvía del trabajo. Ese hombre que solo quería llegar a casa tras un día agotador, cenar con su dueña y señora esposa, y ver a sus cuatro vástagos jugueteando en la alfombra. ¡Pero no!, ahí estaba yo con mi mueca de disgusto para empatizar en la medida de lo posible con él antes de la consabida bronca por no haberme estudiado lo acordado.

A veces huía y me escondía hasta que llegaba la hora de cenar y tenía que aparecer por la cocina, era entonces cuando se acordaba… - Ve a buscar el libro para que te “tome la lección” (expresión que quedó grabada en mi cerebro a fuego).

Nunca me sabía nada, todo lo intentaba memorizar en los minutos previos a su llegada cuando ya salvar la situación era una quimera que yo me resistía a no creer.

Notitas de mis profesores, expulsiones del aula, faltas de conducta, exámenes suspensos, mentiras… un potencial fracaso escolar que pintaba mal con tan solo 13 ó 14 años.

Las calificaciones finales trimestrales (conocidas como “las notas”) que los profesores nos entregaban los viernes, la mala hostia de los centros educativos de entregar las notas en San Viernes, daban vueltas en mi mochila hasta que llegaba el lunes y decidía entregárselas a mi padre para que las autografiara. En mi casa esos cuatro días del año eran todo un evento, el aire se podía cortar, la tensión se podía masticar, era como un poblado del lejano oeste. Mis hermanos cerraban las puertas  a mi paso temerosos del duelo que tendría lugar en las zonas comunes del inmueble mientras escudriñaban desde el otro lado para ver como se desenvolvía el lance.

Recuerdo que una vez me supe un tema de no sé qué asignatura cutre (sociales, naturales…) y mi padre fue al videoclub y me alquiló una de mis películas favoritas de mi juventud, Una Pandilla Alucinante.

Mi padre, que en aquella época me parecía mi más feroz antagonista, se declara hoy en día uno de mis más, sino el más, fervientes aliados.

martes, 27 de marzo de 2012

Tú, no mami!


¡Corred, abrid la puerta!.

¡¡Otra vez son ellos, bienvenidos de nuevo!!.

He pasado mucho miedo sin vosotros, por unos segundos llegué a creer que algún jovencito sin convicciones ni ideales llegaría a liderarnos por el progreso, sin embargo ahí estabais vosotros alzando vuestras voces cascadas por las arrugas, intentando comprender un mundo que ha cambiado demasiado.

Me alegré tanto al ver vuestros tres rostros en la pantalla de mi televisor con vuestra barra de vida que aumentaba y disminuía a medida que avanzaba el escrutinio. Me sentí tan seguro al ver que la batalla era solo entre vosotros tres… No os engañaré, tuve pánico pensando que algo pudiera cambiar, pensando en que por fin olvidaríamos los odios de una guerra ya pasada, incluso pensando que probablemente sangre nueva inundaría algunos escaños y nos haría perderlo todo definitivamente.

Me vinieron a la mente pensamientos horribles, de paz, de prosperidad, de alegría… menos mal que seguíais los tres en la pantalla, menos mal que no habrá cambio de ningún tipo y menos mal que seguiremos gobernados por los tradicionales, los de siempre…

sábado, 11 de febrero de 2012

Hola, vendo estas bonitas chaquetas de cuero.

Supongo que habrán oído hablar de las mundialmente conocidas leyes del señor Murphy. Si, si… ese tío tan famoso que proclamaba que “Sí algo puede salir mal, saldrá mal”.

Recordarán esa conversación tan repetida en la niñez y que dice así:
-                 
                ¡¡¡Pablo, ya tengo el Indiana Jones y la última cruzada en diskettes!!! , me lo ha dejado Andrés el de mi clase ¿y sabes qué? , ¡¡¡SON DOS DISKETTES!!!! . Vamos a instalarlo, ¡corre!.

Pantallazo negro, símbolo del sistema “C:\>” con su guión bajo parpadeante esperando a que empiece a teclear códigos “C:\> A:”, presiono la tecla Intro.
Símbolo de sistema que cambia “A:\>”, y a continuación introduzco el código para que empiece la instalación “A:/>CD INSTALL Intro otra vez. La diskettera empieza a hacer un ruidito que aunque bastante feo en apariencia te satisface enormemente pues las cosas van muy bien.

La pantalla se llena de códigos ininteligibles que se solapan unos a otros y van bajando por tu pantalla sin que te de tiempo ni a leerlos, de vez en cuando ves algunos conceptos extraños… “A:\>kasdhjsdjhl\jkashdj8e218940*\2134ygyel67[{]\ INDY” y ese INDY al final de la retahíla te tranquiliza… “Exacto, eso es lo que quería instalar”.

Parece que la instalación ha terminado, comprobemos si así es. “A:\> C:”, el sistema vuelve a su símbolo original “C:\>CD Indy”, lo que nos lleva a “C: \>INDY\INDY”, pulsamos Intro y……..
            
           “C:\>INDY\INDY No tiene suficiente memoria extendida”.
                
           A tomar por culo.

Sepa usted Señor Murphy que para mí los únicos Murphy´s que van con la ley por delante son Robocop y Superdetective en Hollywood.

viernes, 11 de noviembre de 2011

¡Hazte con todos!

¡Ya llegan, son ellas, mírenlas!, ¡LAS ELECCIONES GENERALES!...

Millones de ciudadanos estaban frotándose las manos esperando este día para reírse en la cara de sus más feroces antagonistas. Los unos y los otros hacían cola para apoyar a sus temibles candidatos que ansiaban el poder para así demostrar cuán vulnerable, absurdo y equívoco era el magnífico plan de su enemigo.

Ambos fosilizados contrincantes se creen en posición de proteger lo que llaman “el conjunto de la ciudadanía”, ¡dejen de referirse al pueblo como un conjunto!, ¡a mi no me gusta la gente en general, no me mezclen con esos bastardos!.

Los medios se vanaglorian de que no haya habido altercados en los colegios electorales (que bueno el ciudadano con los pies y con la mano)… ¿qué esperaban, qué se acuchillara el populacho en plena calle?. Pues a ver si en las próximas elecciones ocurre algo de esto y por lo menos tenemos una masacre en condiciones, como los americanos, y pasamos a ser una democracia de primera división, con sus baños de sangre, sus minorías étnicas vetadas al voto y sus pucherazos antológicos. Yes we can!

Es una decisión complicada, -¿a quién votaré?, ¿al de la barba o al del bigote?- y acaba votando al del parche en el ojo, -ese con el loro en el hombro y el garfio me da buena impresión, no nos va a robar nada de nada y seguro que nos da empleo a todos. ¡Qué gran persona ese ¿¿¿¿Barba-bigote????!-.

Por eso amigos, espero que el día 20 de Noviembre tengan claro de parte de quien están ya que en las tanganas callejeras todo es muy confuso y el cuchillo bien se puede clavar por accidente (o no tanto) en el gaznate de un camarada.

Yo sin duda ya tengo claro a quien votaré…

¡Picachu, te elijo a ti!