martes, 30 de agosto de 2011

!Cómete la manzana¡

- ¿Estás contento con lo que te han regalado, hijo? - Me preguntó mi padre con cara de felicidad cumpleañera por la satisfacción de ver que su hijo varón primogénito se hacía mayor.

Era un 23 de Diciembre cuasi navideño, hacía frío y después de haber recorrido los quinientos kilómetros que separan Sevilla del pueblo de mi padre en la provincia de Cuenca, el día de mi cumpleaños se tornaba algo sombrío. Del resto de mis primos no había señales de vida, todos llegarían al día siguiente para celebrar las navidades en familia, pero claro que esperábamos si mi cumpleaños transcurría en un coche con ganas de hacer pis y una llegada casi nocturna a la casa de mis abuelos.

Al llegar damos besos a toda la poca familia que había allí reunida, casi siempre se trataba de algún tío y tía y de mi abuela y sorprendentemente mi padrino también había llegado ya. Allí nadie se había enterado de que era el día de mi 14 cumpleaños, hasta que de repente mi abuela me hace entrega de un billete de 1000 pesetas, me felicita, me dice que no me lo gaste todo de una vez y cometo el error más terrible que he cometido jamás, le pido a mi padre que me lo guarde.

Le toca el turno a mi padrino que me entrega un rectángulo envuelto con el papel de regalo del Corte Inglés. Un elemento cuadrangular es siempre sinónimo de buen regalo, no pesaba demasiado y se notaba que no era un libro. Ávido de conocer de que se trataba, destrocé el papel de regalo y allí estaba, el peor regalo que me han hecho jamás, la peor idea que se le podría ocurrir a alguien para regalar a un preadolescente de 14 años, el insulto más grande a la masculinidad casi inalcanzada a mi corta edad… La película en VHS de Blancanieves y los siete enanitos.

Entonces respondí a mi padre que no era muy ducho en filmografía Disney. – Es una puta mierda -.




martes, 23 de agosto de 2011

!Ya no aguanto este sin Dios¡

Va a emprender un viaje en su vehículo a la playa, a la montaña, a la ciudad, al pueblo... Usted se siente feliz debido a que ha terminado todas sus tareas en el trabajo y se dispone a disfrutar de un reparador descanso con amigos o con familia.

¡Esto es vida!, se siente libre en la carretera, conduce tranquilo, sin prisa - ya llegaré - piensa y continua la travesía. El aire acondicionado le refresca completamente, ni una sola gota de sudor recorre ninguna de las zonas conflictivas de su cuerpo ni tampoco padece frío y todo esto acompañado de su disco favorito sonando en la radio.

La tranquilidad invade todo su sistema, no existe en este momento ni un solo músculo en tensión... - Vaya, parece que necesito parar para repostar -, el indicador muestra la aguja caida a la izquierda, así que toma la primera salida hacia una estación de servicio. Detiene el coche próximo a un surtidor de gasolina y se apea. Abre la compuerta del depósito, introduce la manguera y empieza a suministrar el alimento a su automóvil. Mientras tanto un camión acaba de detenerse en la otra cara del surtidor... el conductor se baja de la cabina dejando la puerta abierta. ¡Clack! suena el mango de la maguera anunciando que el depósito está lleno, apura las últimas gotitas y de repente como salido del infierno... FFFFFFFFFFFFFFFSSSSSSSSSSSSSHHHHHHHHHH... El camión emite una agudísima ventosidad, con los nervios absolutamente crispados y sin poder evitarlo, usted pega un respingo... ese sonido, ese agudo soplido que taladra sus tímpanos, ese maldito estrépito que siempre le coge desprevenido, maldito sea el que inventó esas infernales máquinas, maldito sea el inventor del motor de combustión, maldita sea la puta broma que gastaron a la humanidad con esa purga de aire silbante y maldito sea el mundo.

Cuando se da cuenta ha abierto el maletero de su coche y tiene en sus manos una ametralladora semiautomática… todo se ha ido al infierno.

viernes, 19 de agosto de 2011

Toda la carne en el asador

Alguien dijo una vez que "no hay mejor modo de no deber nada, que dando todo lo que haya que dar"... Ese alguien no se equivocaba en absoluto. Poner todas las cartas sobre la mesa es el mejor modo de evitar posteriores reproches, eviten guardar ases en la manga porque seguramente la partida no dure tanto como para mostrarlos más adelante.

Es cierto que el riesgo es mayor, pero también se dice que el que no arriesga no gana. Si bien es más cierto que la mayor parte de las veces no se gana nada aún arriesgando y que nos arriesgamos a perderlo todo. ¿Cómo determinar un nivel de riesgo soportable?, es la gran pregunta que se ha planteado la humanidad todo este tiempo, ¿cómo arriesgar lo mínimo para conseguir el objetivo planteado y en caso de no ser así salvar los muebles?.

¿La respuesta?, arriesguen y sufran, so cobardes!







jueves, 11 de agosto de 2011

It doesn´t work...

En mi casa siempre ha habido un lema a la hora de comprar tecnología, "de todas maneras no va a funcionar...", era la frase que mi hermano y yo nos repetíamos en cuanto salíamos de la tienda con el artilugio en el maletero del coche de mi padre.

Ésta ha sido una maldición que se ha venido repitiendo con los años en mi casa, un aparato nuevo NUNCA funciona a la primera y a veces no funcionará JAMÁS. Puede ser debido a que o bien no entendemos las instrucciones (aunque creedme mi madre las repasa a conciencia) o bien simplemente viene defectuoso. Solía ocurrir con más frecuencia cuando entró el rey de los errores tecnológicos en casa, nuestro estupendo ordenador PC 4.86. Con esos flamantes juegos que venían en unas cajas de cartón chulísimas, esos que nunca arrancaban como tenían que arrancar, esos a los que siempre les faltaba memoria XMS, o RAM, o ROM o pollas en vinagre.

Mi hermano y yo siempre acabábamos muy tristes con estos asuntos, porque aunque siempre fuéramos con el cuerpo de "de todas maneras no va a funcionar...", teníamos ese hilillo de esperanza de  "Por fin, este va a ser el que funcione a la primera". !Qué gran mentira¡


viernes, 5 de agosto de 2011

Está que cruje

¿A quién no le gusta un alimento crujiente?, ¿quién no disfrutó alguna vez con un paquete de "fritos, fritos, fritos, fritos de maíz, el sabor auténtico del puro maíz"? (que valiente fue el lumbreras al que se le ocurrió rimar maíz con maíz). ¿Cómo se siente uno de a gusto cuando se mete una Pringle en la boca con su curvatura perfecta para acostarse sobre la lengua y cerrar las fauces para masticarla?. Ese crujido en nuestras bocas que produce infinito placer y que parece que estimula las papilas gustativas dejando constancia de un sabor intenso y delicioso.

Incluso se inventaron chucherías que crujían al contacto con la saliva y al masticarlas, aquellos inolvidables peta-zetas. Recuerden como se adherían a la "sin hueso" y parecían cobrar vida con su crick-crack mientras se miraban las caras con los amiguitos a ver quien se reía antes...

En otro orden de cosas, supongo que conocen la tortilla de patatas, un plato en absoluto crujiente, excepto cuando me toca el turno de degustarlo a mi. Nunca entenderé por qué siempre me toca a mi el puto trozo de cáscara de huevo.