sábado, 30 de julio de 2011

Golpes de suerte

Algún hijo de puta debió llevarse todos los premios molones de los sorteos de las cajas de cereales también conocidos popularmente como "Crispis".

Recuerdo aquel momento en que te levantabas por la mañana directo a por tu cola-cao (nesquick) y tus correspondientes crispis cogías la caja medio dormido, mirabas el dorso de aquel colorista envoltorio y leías... "Envía 3 códigos de barra de Choco Crispis al apartado de correos tal tal, Sant Cugat del Valles (que parece que en ese pueblo es donde ocurrían todas las cosas guays) y entrarás en el sorteo de una Nintendo".

Después de la ardua tarea de reunir los códigos de barra, que en realidad no lo era tanto ya que en mi casa éramos cuatro y las cajas volaban, te decidías a mandar la carta, con lo difícil que era que tu madre se acordara de traerte unos sellos.

Lo que pasaba después de este proceso nadie lo sabe, nunca se publicaban las listas de los premiados, parecía que esas Nintendos jamás tendrían dueño.

Creo que de toda esta experiencia se acuñó la frase, "le habrá tocado al hijo del dueño".

El hijo del dueño es un hijo de puta.

1 comentario:

  1. ...¿Y aqullas delisiosas bolitas de galleta que llamábamos "Morta floys"??...¡qué serían de ellas???...búscalas, a tí que se te da bien eso de encontrar gratos recuerdos por la web!besos hermanito!!

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